[Cine] WALL·E (2008), de Andrew Stanton

De un tiempo a esta parte, Pixar ha mejorado muchísimo su técnica. De hacer películas para críos a hacer, simple y llanamente, peliculones, apenas ha llevado un par de años. No hay año que Pixar no se lleve los aplausos de los críticos y el favor del público (a pesar de recientes excepciones, como Cars 2), y eso radica en una cuidada selección de sus artífices, aparte de ir subiendo el listón de la animación poco a poco.

El cambio de "peliculones para crios" a "peliculones" se produce, según creo, tras Ratatouille (2007). Si bien esta última no perdia las cualidades de la casa, su temática y manera de tratarla anunciaban un sutil cambio, una nueva era en que las películas de Pixar podían ser miradas sin ningún tipo de escepticismo. Es despues de ese cambio cuando viene la película que nos ocupa, WALL·E, que habría de ahondar en esa brecha abierta.

Año 2028. Un pequeño robot, WALL·E (con sonidos orquestados por el famoso Ben Burtt, que hizo lo mismo en Star Wars), realiza cada día su rutina de limpieza para la que ha sido programado, acumulando pilas de basura, basura que inunda la Tierra descuidada que dejaron hace tiempo sus habitantes. WALL·E es el único que sigue con esa rutina, pues todos sus semejantes fallaron por un error de programación, dejandolo solo.

De entrada, este principio resulta un cambio sustancial con cualquier tipo de animación para todos los públicos. No solo se representa un paisaje postapocaliptico digno de "Mad Max" sino que su director, Andrew Stanton, decide apoyarse en los canones del cine mudo para narrar esta primera parte.
Así, vemos el día a día de WALL·E, un robotito curioso que no duda en buscar objetos interesantes en la basura y cuidar de una cucaracha a la que ha tomado cariño.

Es entonces cuando llega EVA, un robot de limpieza enviado desde el espacio profundo, que tiene un objetivo que cumplir en la Tierra, aunque debe marcharse poco después. WALL·E, decidido a no perder el amor de su vida, la seguirá hasta una nave, la Axiom, regida por un tiránico Piloto Automático (con la voz de Sigourney Weaver), donde se encuentra el último reducto de la humanidad.

Mucha gente piensa, erroneamente según creo, que en este segundo acto, Stanton pierde su valentía y apuesta por una aventura para todos los públicos con robots graciosos.
Nada más lejos de la realidad.
La película es, antes que nada, una historia de amor, que se desarrolla entre WALL·E y EVA, dos robots que deberían carecer de emociones y opuestos el uno al otro. Ese es el núcleo de la historia y el que Stanton desarrolla, permitiendo que a su vez desarrolle otras tramas apoyadas en él (el redescubrimiento del contacto humano que tienen los habitantes de la nave).

WALL·E es una película que habla sobre la individualidad que cada uno debe conservar. Nos invita a nunca dejar de ser curiosos, siempre mantener la esperanza y cuidar de llevar felicidad de vez en cuando a nuestras vidas, por carentes de sentido que parezcan. Ese SI es un mensaje magnífico para cualquier film, sea animado o no.
Es tambien, por si eso fuera poco, una 'space opera' de toda la vida, a lo largo de la cual se desarrolla una de las más bellas historias de amor del cine. Y eso que es entre dos máquinas.
Además, WALL·E lanza pequeños homenajes al género, recogiendo parte de su discurso, como Blade Runner (¿puede una máquina desarrollar sentimientos?), 2001: Odisea en el Espacio (la supervivencia del hombre en el espacio; por no mencionar el parecido entre Hal y Piloto Automático) y la ya mencionada Mad Max (el paisaje postapocaliptico).

En la parte técnica, tambien habría que destacar el esplendido trabajo de texturas, que dotan a la película de un realismo casi increíble, cosa que ayuda la fotografía de Roger Deakins (habitual de los Hermanos Coen).
Destacar asimismo la fantástica banda sonora de Thomas Newman, que compone una inusual mezcla de tonos melancólicos y alegres que perdura mucho despues de verla.

En definitiva, una película clave en la trayectoria Pixar y en el género de ciencia ficción, que nos enseña que, al final, los robots pueden ser más humanos que los humanos. Imprescindible.

Lo Mejor: La soberbia animación y sus dos protagonistas, ya iconos.

Lo Peor: Cierto bajón de ritmo al ser tan larga. Pero se le perdona, es un fallo menor.